¡Cambiemos esto!
Mas allá de hablar netamente del cuidado del rostro, #selflove, o
autoestima, se trata de tiempo de calidad con una misma. Y aunque el tema
suene muy trillado, esto tiene un trasfondo mayor. Resulta que en pleno siglo 21, muchas seguimos creyendo que maquillarnos es sinónimo de rechazo, o de inseguridad. Y NO, mi nivel de aceptación no se mide por la cantidad de maquillaje que uso o dejo de usar. ¡Vamos a cambiar esto! si un día me levanto con el mood de Jennifer López y quiero sentirme diva empoderada, me pongo mi mejor outfit, me aplico tres capas de iluminador y salgo a la calle a darla toda, pero si al día siguiente a duras penas tengo el ánimo para levantarme de la cama, esta bien no querer echarse ni una sola gota de maquillaje y por eso no me voy a sentir mal.
No nos digamos mentiras, muchas veces si yo me maquillo es porque hay algo que quiero mejorar en mi apariencia, una manchita que hoy no quiero que aparezca en una foto, o la ojera que amaneció mas intensa que nunca, o simplemente hoy me quiero ver más PERROTA EMPODERADA que ayer; pero eso no quiere decir que no me ame, por el contrario, me conozco tan bien que se las fases de mi piel, se si es grasa o seca y lo mas importante, se cuando necesito darle un respiro y para lograr esto, necesito tiempo conmigo misma.
Esto es igual que ir a terapia, siéntate al espejo un ratico, escúchate, conversa contigo y pregúntate que te gusta, que color le sienta mejor a tu piel, o que productos realmente necesita y cuales son por capricho o antojito.
Si a la hora de comprar una crema facial, un polvo, una base, un aceite corporal, yo no conozco mi tono de piel, mi tipo de piel: si es una piel seca, si es acnéica o es grasa ¿Quién lo va a hacer por mi? Claro está siempre habrá una asesora de la marca para guiarme y aconsejarme, o un dermatólogo especializado, pero JAMÁS me llegará a conocer mejor que yo misma.